27 de Abril de 2009
Castigar a los menores es
inconstitucional
Los
reclamos de baja de la edad imputabilidad no buscan
rehabilitar a los adolescentes ni prevenir crímenes. Sólo
persiguen el encierro carcelario.
Si algo
positivo hay que reconocer a los reclamos de disminución de
la punibilidad, es la sinceridad con que se manifiestan
quienes exigen pena y encierro para los adolescentes. El
hombre y la mujer "comunes" están entendiblemente asustados
por la situación actual, dolidos por la muerte del Sr.
Capristo, y enfurecidos ante la idea de que nunca pasa nada
con quienes cometen delitos.
En sus reclamos queda muy claro que
saben y reconocen que los adolescentes que delinquen no
tuvieron opción en sus vidas y que no llegaron al estado de
vulnerabilidad, violencia e indiferencia en que se
encuentran por propia voluntad. En sus reclamos queda
también claro que saben y reconocen que con incluir en el
sistema penal a los adolescentes éstos no se van a
"rehabilitar", ni van a devenir en miembros productivos de
la sociedad, sino más bien todo lo contrario.
Sabido y
reconocido esto, la baja de la punibilidad tiene entonces
una sola -casi obvia y antiquísima- explicación: el castigo.
El pedido es que los adolescentes que cometen delitos sean
castigados por lo que hicieron, y punto.
Puede
entenderse que el hombre y la mujer "común" reclamen
castigo. Lo que no puede aceptarse es que quienes sancionan
las leyes y quienes juzgan y gobiernan de acuerdo a ellas,
también lo reclamen. Al menos no, si se acepta que conocen
el texto constitucional.
El
artículo 18 de la Constitución Nacional establece
explícitamente que las cárceles "serán para seguridad y no
para castigo de los reos detenidos en ellas". En el año 2008
murieron en Argentina (al menos) 76 detenidos por causas
violentas. Es decir, seguras no son. Sin embargo a los
adolescentes se los quiere encerrar en ellas, para
castigarlos.
Podría
decirse que el castigo reclamado por la población no es lo
que persiguen quienes trabajan en los proyectos de ley que
incluyen a los adolescentes en el sistema penal. Podría
decirse que en estos proyectos se trata de penas que no
castigan, sino que rehabilitan ya que el adolescente
encerrado aprende que no debe delinquir (función de
prevención especial de la pena), o que previenen la comisión
de delitos por parte del resto de los adolescentes, a modo
de pena ejemplificadora (función de prevención general
negativa). Todo esto podría decirse, pero no es cierto.
Quienes
sancionan las leyes saben tan bien como el resto de la
población, que estos fines de la pena en general, pero en el
caso de los adolescentes en particular, no son los fines
perseguidos por los proyectos en discusión. El adolescente
no se va a rehabilitar en la cárcel, y los demás
adolescentes no van a tener la opción de no delinquir en
tanto nadie se ocupe de ellos y sus condiciones de vida no
se modifiquen. En este sentido entonces, nada va a cambiar,
la pena no tendrá ningún fin más allá del castigo.
Y ese
castigo es manifiestamente inconstitucional.
María Laura Böhm, Criminóloga
y abogada, CEPOC (Centro de Estudios en Política Criminal y
Derechos Humanos)
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NOTA
RELACIONADA:
A diferencia
del gobernador, la procuradora bonaerense rechaza bajar la
edad de imputabilidad
María del Carmen Falbo, la procuradora general de la Suprema
Corte provincial dijo que la medida
"no sirve" y se
mostró preocupada por el destino de los chicos que delinquen
En medio del
clamor para la baja de la edad de imputabilidad, luego del
brutal crimen del chofer Daniel Capristo en Lanús a manos de
un delincuente de 14 años,
se
alzó una particular voz contra la medida que alientan tanto
el ex presidente Néstor Kirchner como el gobernador
bonaerense Daniel Scioli: es la de la procuradora general de
la Suprema Corte bonaerense María del Carmen Falbo.
"Tengo mucho miedo de
bajar la edad de imputabilidad de los menores que
delinquen", dijo Falbo al tiempo que agregó: "el chico que
delinque no lo hace solo. Entonces, ¿quien pone en sus manos
un arma?".
Así, la funcionaria salió al cruce del pedido de Daniel
Scioli quien había pedido un debate "urgente"
para bajar la edad de imputabilidad penal de menores.
Falbo continuó su argumento: "Si hoy no podemos
ubicar a los chicos de 16 a 18 años que delinquen (que
pueden ser procesados penalmente según la actual
legislación), ¿que va a pasar si ampliamos la edad de 14 a
16 años?".
"Habrá entonces más chicos que ingresen a un sistema
penal colapsado. Además, hoy sabemos perfectamente que el
chico que delinque no lo hace sólo. Por lo general ese chico
tiene atrás a un mayor".
Sobre la feroz paliza que sufrió
el fiscal Enrique Lázzari,
quien fue golpeado por los vecinos en la noche del crimen de Capristo, cuando acudió al lugar del hecho, Falbo dijo que:
"la violencia trae más
violencia. Yo entiendo que la desesperación ante la muerte
de un ser querido, no solo por la familia sino también por
los vecinos, como era Caprsito, es un hecho atroz. Sin
embargo, esto no quita que vivimos en una época democrática,
que las instituciones existen y que costó mucho lograr esta
democracia".
"Entonces, no podemos boicotearla y, repito, la
violencia trae más violencia. El linchamiento no es
aceptable dentro de la democracia.
El fiscal llegaba para cumplir su
tarea. Ya había dado la orden de que el menor detenido fuera
trasladado a un centro de recepción de los que hay en
nuestra provincia. También había solicitado al juez de
Garantías una medida de seguridad, por la gravedad del
hecho: un homicidio. Pero ocurrió lo que sabemos
y eso debe llevarnos a refelxionar a todos".
Crítica de la Argentina.